Los agobios, las preocupaciones y la falta de sueño no pasan desapercibidas en nuestra vida y en nuestro cuerpo. El estrés continuado es algo tan común que ya lo hemos normalizado, pero sus efectos en la salud pueden ser más graves de lo que creemos. ¿Sabías que el estrés puede ser la principal causa de que tu piel no luzca como antes?

La flacidez en la piel, la aparición de arrugas prematuras, manchas cutáneas, o de prurito son algunos de los efectos que produce el estrés en la piel. A continuación te contamos el porqué de esta afección y cómo combatirla.

¿Por qué afecta el estrés a la piel?

Seguramente tú misma hayas experimentado en algún momento los efectos del estrés, y es que nuestro frenético ritmo de vida lo convierte en un problema muy habitual que tiene graves consecuencias en nuestra salud. La sensibilidad de la piel hace que sea uno de los órganos más afectados de nuestro cuerpo, ya que, el estrés y la ansiedad, generan una hormona llamada cortisol que provoca la inflamación de la piel.

Aunque sigue siendo bastante inexacto, varias investigaciones apuntan a que la causa de ello es cómo las proteínas de colágeno y elastina se ven afectadas por el estrés. Algunos mecanismos de acción sobre el origen de estos síntomas son el descenso en la capacidad de reparación de la piel, el aumento del cortisol y una microbiota de la piel dañada.

¿Qué síntomas causa el estrés en la piel?

El estrés produce una alteración en el sistema inmunológico de la piel, lo que la hace más sensible ante enfermedades, infecciones o procesos alérgicos e inflamatorios. Por tanto, se vuelve más vulnerable al daño, la cicatrización es más lenta, acelera el envejecimiento y potencia la aparición de algunas enfermedades dermatológicas como psoriasis, dermatitis atópica y acné.

Al ser más sensible, la piel tendrá una mayor probabilidad de brotar, y con ello, de que aparezcan eccemas, rojeces y molestos picores, granitos, obstrucción de los poros o deshidratación. También la piel puede sufrir una pérdida de la luminosidad, tener un tono más apagado e incluso sufrir un envejecimiento prematuro si esta condición se prolonga durante más tiempo.

¿Cómo combatir los efectos del estrés en la piel?

Como bien sabrás, la mente y el cuerpo están más que relacionados, y por ello es esencial trabajar en nuestro bienestar mental. Pero, ¿qué podemos hacer para relajarnos? Realizar técnicas de relajación, practicar deporte, dedicar tiempo a nuestros hobbies o pedir ayuda psicológica son algunas de las prácticas más recomendables.

Por supuesto, debemos dedicar tiempo al cuidado personal, así como ser disciplinados con nuestra rutina facial diaria. Para ello, podemos utilizar exfoliantes para oxigenar la piel e hidratarla, y aportar antioxidantes para defenderla de factores externos.

Lorena Logroño: el mejor centro de estética para frenar los efectos del estrés en la piel.

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